TEXTO NURIA DEL OLMO | FOTOGRAFÍAS MAPFRE
Tras varias semanas de presentaciones en las que participaron siete agencias de comunicación y cuyas propuestas fueron analizadas por responsables de las áreas de Medio Ambiente, Comunicación, Sostenibilidad, Recursos Humanos y Reputación de MAPFRE llegó el esperado claim. Cinco palabras traducidas a los idiomas corporativos, que formarán parte de todas las acciones de comunicación con las que MAPFRE dé a conocer su fuerte compromiso social, el concepto que mejor le posiciona y que exporta a más de 40 países.
#lapartequenostoca representa justamente ese compromiso de todos para sumar al objetivo común de construir un mundo más sostenible, es decir más justo, más próspero, más ético, más igual, más diverso, más colaborativo y más ecológico.
Un trabajo de todos
El lema, cuya versión en inglés es #playingourpart, y en portugués, apartequenostoca, pone el foco en aquellos retos globales a los que, desde nuestra actividad, podemos contribuir y que debemos abordar entre todos en la nueva reconstrucción.
Nos referimos al cambio climático, a la economía circular, la inclusión y el talento, especialmente de las mujeres y de las personas con discapacidad, la educación financiera y aseguradora, la inversión socialmente responsable, la economía del envejecimiento, la ética, la huella social y la Agenda 2030.
También traslada la idea de que no podemos permitirnos ser indiferentes, no podemos escondernos, no debemos esquivar los problemas y tenemos que tomar partido. Con esta propuesta innovadora y creativa, la compañía suma al valor de confianza que está transmitiendo a la sociedad y responde a la necesidad de ofrecer un paraguas global que sirva de marco para entender todo el plan de sostenibilidad que desarrolla la compañía.
#Lapartequenostoca a cada uno de nosotros en el desarrollo sostenible, esos miles de gestos, sencillos pero importantes, que se suman al objetivo común de construir un mundo más sostenible, más justo, más próspero, más ético, más igual, más diverso, más colaborativo y más ecológico
Huella social
Las empresas no solo deben generar riqueza exclusivamente material, sino también riqueza ética y, sobre todo, humana. MAPFRE trabaja con este objetivo porque es una compañía comprometida en generar rentabilidad social.
La compañía ha manifestado en varias ocasiones que, sin ética, no puede haber negocio, un principio que aplica sobre todo lo que hace y que le permite ocuparse del bienestar de las personas que viven en las comunidades donde operan. Esa es precisamente su principal ventaja competitiva. “La Agenda 2030 puede y debe contribuir a cambiar el mundo y en MAPFRE estamos plenamente comprometidos con sus objetivos, que son en definitiva un compromiso de sumas, donde todos debemos aportar y buscar soluciones”, ha afirmado en varias ocasiones Antonio Huertas, presidente de MAPFRE.
Personas y Planeta
En 2019, MAPFRE aprobó el Plan de Sostenibilidad 2019–2021, cuyo principal objetivo es posicionar la compañía como referente en transparencia, sostenibilidad y confianza. Se trata de una hoja de ruta transversal a todo el Grupo que le está permitiendo avanzar en sus compromisos en materia medioambiental, social y gobernanza.
MAPFRE actúa ante la emergencia climática y en este sentido, trabaja intensamente para ser una empresa neutra en emisiones en España y Portugal en 2021, y en el conjunto del Grupo en el 2030. También protege sus principales activos, y entre ellos, sus empleados y su talento, y en este sentido, defiende la diversidad, la igualdad de oportunidades, actúa ante todo tipo de brechas, integra a todas las personas, también a las que presentan alguna discapacidad, y desarrolla para todos ellos entornos de trabajo saludables que potencien toda su capacidad de creación y de innovación.
En este sentido, cuenta con una plantilla con 84 nacionalidades (diversidad cultural), de la cual, el 55% son mujeres, que ocupan el 40,8% de los puestos de responsabilidad (diversidad de género). En el Grupo trabajan, además, profesionales de cinco generaciones (diversidad generacional) y un 2,5% de la plantilla global está formada por personas con alguna discapacidad (diversidad funcional).
Entre sus principales proyectos de sostenibilidad, destaca, además, la inversión socialmente responsable, porque entiende que es parte de la solución a los grandes desafíos de la sociedad, y está cerca de las personas más desfavorecidas a través de los 11.300 empleados y familiares en todo el mundo, que participan en el Programa de Voluntariado Corporativo para desarrollar actividades con carácter altruista y solidario.
Nacionalidades en plantilla
%
Son mujeres
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Ocupan puestos de responsabilidad
Generaciones de profesionales
%
Personas con alguna discapacidad
Pequeños gestos, grandes cambios
“Los grandes cambios se construyen a partir de pequeños esfuerzos que repetimos día a día, y desde hace 86 años trabajamos para dejar una huella positiva en los países donde tenemos presencia. Por eso presentamos #LaParteQueNosToca”.
Con estas palabras en español, en inglés y en portugués comienza el video de presentación de este nuevo lema, que se estrenó en la pasada Junta General de Accionistas (marzo) y que se ha realizado en los tres idiomas corporativos para que todos los países donde está presente la multinacional puedan mostrar el compromiso con la sostenibilidad de una empresa global como MAPFRE.
Defendemos la diversidad, la igualdad de oportunidades, actuamos ante todo tipo de brechas, integramos a todas las personas, también a las que presentan alguna discapacidad, y desarrollamos para todos ellos entornos de trabajo saludables que potencien toda su capacidad de creación y de innovación
Una inversión responsable
TEXTO DANIEL BADÍA
MAPFRE, a través de MAPFRE AM, su gestora, ha puesto el foco en la Inversión Socialmente Responsable (ISR). Desde hace años, somos firmantes de los Principios de Inversión Responsable (PRI), por lo que tenemos la responsabilidad de aplicar criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) en todos los procesos de inversión. De forma adicional, la gestora cuenta con una gama específica de fondos ASG que no sólo se distribuyen entre inversores minoristas, sino que también se han comenzado a ofrecer a clientes institucionales ante la creciente demanda detectada.
Aunque el objetivo es integrar estos criterios ASG en todas las carteras que tiene MAPFRE AM bajo gestión, que representan en torno a 40.000 millones de euros, actualmente cuenta con cuatro fondos de inversión, un plan de pensiones y una EPSV. No solo se trata de cumplir con los criterios sino de integrarlos en la toma de decisiones.
En este sentido, a finales del año pasado se lanzó el MAPFRE AM Inclusión Responsable, un fondo que ha sido puesto por Naciones Unidas como ejemplo en su guía de buenas prácticas de la ISR. Invierte en compañías que no solo cumplen con los criterios ASG, sino que además promueven de forma especial la inclusión de personas con cualquier tipo de discapacidad. Dentro de la categoría de fondos sociales, el pasado mes de abril se lanzó el MAPFRE AM Compromiso Sanitario, un fondo para financiar los servicios sanitarios madrileños, tan esenciales en la situación que nos encontramos actualmente. El fondo ha invertido la totalidad de su patrimonio en un “Bono Social Sanitario” de la Comunidad de Madrid emitido específicamente para el fondo y exclusivamente destinados a la lucha contra el Covid-19.
En el terreno de la gobernanza, cuenta con el MAPFRE AM Good Governance Fund, lanzado en 2017. Se trata de un fondo que busca las mejores prácticas del buen gobierno corporativo en empresas europeas y americanas para construir su cartera. Y completa la gama el MAPFRE AM Capital Responsable, que también se encuentra en formato de fondo de pensiones.
La medición de impacto de todas estas iniciativas tiene cada vez más importancia, porque los clientes lo van a demandar. Es por eso que, recientemente, MAPFRE AM ha llegado a un acuerdo con la gestora Global Social Impact (GSI) para otorgar financiación a empresas de alto impacto social tanto en mercados frontera como emergentes. Lo harán a través de un fondo abierto de deuda privada, denominado Global Social Impact Fund (GSIF), que pondrá el foco inicialmente en modelos de negocio consolidados del África Subsahariana y se expandirá potencialmente a Latinoamérica.