MAPFRE, comprometida con la sostenibilidad
TEXTO NURIA DEL OLMO | ILUSTRACIONES ISTOCK, MAPFRE
La reciente participación de MAPFRE en la COP25, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2019, no ha hecho sino dar a conocer una realidad que aquí ya se está viviendo. Te contamos en este reportaje nuestras medidas de mejora sobre este tema crucial.
Una estrategia de éxito
Las diferentes actuaciones llevadas a cabo por MAPFRE en materia medioambiental se rigen por el Sistema de Gestión Ambiental, Energética y de Huella de Carbono (SIGMAYE), un modelo estratégico del que se derivan los planes ambientales del Grupo y que recoge las iniciativas encaminadas a minimizar los impactos ambientales, energéticos y de huella de carbono. Dicho sistema está diseñado conforme a los estándares internacionales ISO 14001, ISO 50001 e ISO 14064, que MAPFRE renueva anualmente y que son la prueba objetiva del esfuerzo que se está haciendo. El SIGMAYE es un modelo de éxito que nos ha permitido implantar requerimientos comunes en todas las entidades del Grupo y alcanzar objetivos medibles y cuantificables.
Sedes a final del año 2019
Sedes con la ISO 50001 (Gestión Energética)
Países en los que MAPFRE opera verificados conforme a la ISO 14064 (huella de carbono)
En 2013, MAPFRE incorpora el concepto de compra verde gracias a la primera norma de carácter corporativo que incluye la evaluación de criterios ambientales en sus procesos de compras. Un buen ejemplo de ello es que en España el total de la energía que adquirimos procede de fuentes cien por cien renovables. En este sentido, para cubrir la demanda eléctrica de nuestras instalaciones en España, exigimos a nuestras comercializadoras de energía que aporten los certificados de garantías de origen renovable.
Ordenadores que ahorran energía
Seguimos contribuyendo a la reducción de gases de efecto invernadero mediante una mayor eficiencia en la gestión energética de nuestras instalaciones. Un ejemplo de ello es el uso de herramientas que permiten apagar en remoto los equipos informáticos de los empleados y delegados. El apagado automático de los ordenadores y monitores permite ahorros cercanos al 20% del consumo energético asociado a la ofimática. Actualmente, esta medida se esta implantando en España, donde se espera llegar a más de 10.000 empleados.
MAPFRE impulsa instalaciones ecoeficientes, tanto en sus principales edificios como en las oficinas de su red comercial. Para ello, potencia la luz natural, reduciendo así el gasto energético en luz artificial, incorpora mecanismos de ahorro de agua, como los grifos con corte automático y perlizadores (un dispositivo que mezcla agua con aire para disminuir el consumo) y promueve la reducción de residuos. Prueba de ello es que en 2018 se sustituyeron en las sedes corporativas de España y Portugal todos los envases plásticos por botellas de vidrio y vasos compostables, lo que ha supuesto una reducción de 1.500.000 botellas de plástico.
2.300* voluntarios (empleados y sus familiares)
25 países
76 actividades
70 ciudades del mundo
1.800 árboles plantados
14 toneladas de basura recogidas
(*) En el programa de voluntariado corporativo participan más de 10.000
- rutas de empleados
- parking para bicicletas
- 46 puestos de recarga gratuita para coches eléctricos o híbridos
- videoconferencias como vía para limitar los viajes en avión
- teletrabajo
- flexibilidad horaria
En la protección del planeta todos los gestos cuentan. El Día Global del Voluntariado de MAPFRE, celebrado el pasado mes de octubre bajo el lema “Todos unidos por el Medio Ambiente”, fue un buen ejemplo. Se realizaron dos tipos de actividades: la restauración o reforestación de áreas degradadas y la retirada de basuras marinas en playas o limpieza de humedales, riberas y bosques. Este año, los datos de participación se han incrementado más de un 40% respecto a ediciones anteriores.
Movilidad sostenible
El transporte es una de las principales causas del calentamiento global, motivo por el que MAPFRE pone a disposición de sus empleados diversas propuestas que contribuyen a que seamos cada día más sostenibles y menos contaminantes.
En conjunto, en 2018, MAPFRE emitió más de 57.300 pólizas con coberturas relacionadas con aspectos medioambientales, que suponen un volumen de primas superior a 56 millones de euros, lo que representa un 0,25% del volumen total de primas del Grupo. Estos productos incluyen el aseguramiento de energías renovables (29.397 megavatios de parques eólicos y 4.929, de plantas solares), el aseguramiento de 43.765 vehículos de bajas emisiones a través de la póliza ecológica, y el aseguramiento de cultivos y bosques sostenibles —un total de 108.195 hectáreas aseguradas—. Entre los servicios ambientales y energéticos, destaca la flota de 25 vehículos cien por cien eléctricos para recarga rodante de coches eléctricos, y en España ya son 18 las grúas híbridas y 32 los vehículos taller eléctricos que dan servicio a nuestros asegurados. También son relevantes las investigaciones sobre técnicas de reparación de vehículos accidentados que realizan los Centros de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) de España y Latinoamérica y que contribuyen al ahorro en el consumo de recursos contaminantes, como pinturas o disolventes, así como a minimizar el impacto medioambiental en la actividad de reparación de vehículos. Gracias al aprovechamiento de las piezas procedentes de los vehículos declarados siniestro total, esta empresa ha evitado desde 2004 más de 47.500 toneladas de CO2 y ha evitado la generación anual de 825 toneladas de cristal y 1.200 toneladas de plástico en sus talleres de España.
El compromiso de MAPFRE con el medio ambiente se enmarca dentro del Plan de Sostenibilidad 2019-2021 que lo desarrolla de una manera articulada basada en tres dimensiones, ambiental, social y de gobernanza, y en una estrategia de negocio, centrada en políticas de inversión responsable y en una selección del riesgo basada en una economía baja en carbono (lowcarbon economy).
Para posicionarse como una compañía de referencia en sostenibilidad, MAPFRE ha establecido dos grandes objetivos: que las operaciones de todas sus entidades con sede en España y Portugal sean neutras en carbono en 2021 y conseguir ser una empresa neutra en carbono en el año 2030 a nivel global. Es firme también el compromiso de dejar de invertir en empresas eléctricas en las que más del 30% de sus ingresos provengan de energía producida a partir del carbón y tampoco va a asegurar la construcción de nuevas plantas de generación eléctrica que funcionen con carbón, ni la explotación de nuevas minas de este mineral. También ha definido diversas líneas de actuación basadas en la mejora de la eficiencia energética de sus instalaciones, el uso de energía cien por cien renovable, la promoción de la movilidad sostenible y la generación de “cero residuos”, y en este sentido, aspira a conseguir la Certificación Residuo Cero en 2021 en la sede de Majadahonda.
Con este titular y bajo el compartido lema de “Es hora de actuar”, lanzó su mensaje Antonio Huertas, presidente de MAPFRE, con motivo de nuestra activa participación en la COP25, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2019 que se celebró en Madrid del 2 al 13 de diciembre.
Un papel esencial en la compensación de riesgos catastróficos
Durante esos días, tratamos de sensibilizar sobre la importancia de que tanto las empresas como los ciudadanos sean conscientes del impacto del cambio climático y pasen a la acción. Una de las principales actividades de MAPFRE en la cumbre fue el estreno en España del documental Los Niños de María en el que se narra la historia de cómo se reconstruye un país, Puerto Rico, que en 2017 fue abatido por el huracán María. Como aseguradora, MAPFRE está asumiendo algunas de las consecuencias que ha llevado el cambio climático a zonas deprimidas o que carecen de los medios para paliar estos sucesos. Solo en 2017 destinó más de 1.000 millones de euros en compensaciones a sus clientes por este tipo de siniestros, convirtiéndose en un agente imprescindible para recuperar la normalidad después de una gran catástrofe.
En América Latina, el volumen de daños catastróficos cubiertos por la actividad aseguradora es inferior al 20%. En el caso de inundaciones, los niveles de cobertura son aún menores, inferiores al 10%, lo que significa que hay una gran brecha de protección en la región, siendo cada vez mayor en algunos países. Esto, en palabras de Antonio Huertas, “es algo que debe abordarse; es crucial para los gobiernos de la región reconocer mejor el papel y los beneficios del seguro como una herramienta eficiente para proteger y compensar este tipo de riesgos catastróficos”. Esta y otras reflexiones fueron compartidas por el presidente de MAPFRE durante su discurso de inauguración en la tercera edición del Insuresilience Global Partnership Forum, un evento anual que se celebró en Madrid en los márgenes de la COP25 para abordar el desarrollo de herramientas de cobertura de riesgo climático para personas vulnerables en países en desarrollo.
El cambio climático está obligando a los ciudadanos a cambiar la forma en la que se desplazan, la manera en la que conducen e incluso la decisión de compra de un vehículo, temas todos ellos que fueron abordados en el coloquio La seguridad vial para un mundo sostenible, organizado por MAPFRE también en el marco de la COP25.
“Lograr un modelo de movilidad sostenible, segura y responsable y que sea respetuoso con las ciudades y las personas exige un cambio de mentalidad. No tenemos excusa, porque existen oportunidades y acciones al alcance de nuestras manos”. Así lo destacó el director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, Jesús Monclús, quien se refirió a la necesidad de utilizar más medios de transporte activos —como caminar o la bicicleta—, así como respetar los límites de velocidad —clave para reducir las emisiones y los accidentes de tráfico—, e impulsar la educación en movilidad segura, sostenible y sana en todos los colegios del mundo.