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La unidad de análisis económico de la compañía diseña un indicador específico que se actualiza anualmente para medir la capacidad aseguradora de los diferentes mercados del planeta. Comprende el análisis de 96 mercados aseguradores, entre desarrollados y emergentes.
El think tank de MAPFRE ha presentado un nuevo índice comparativo, como ya hiciera con Salud recientemente, para medir esta vez el potencial asegurador en los distintos mercados del planeta. Dicho indicador, conocido como GIP-MAPFRE, se elabora a partir de una métrica que sintetiza aquellos mercados que ofrecen un mayor recorrido a medio y largo plazo.
¿Cómo? En base a estimaciones del tamaño de la Brecha de Protección del Seguro (BPS), que representa la diferencia existente entre la cobertura de seguros que es económicamente necesaria y beneficiosa para la sociedad, y la cantidad de cobertura adquirida en los distintos mercados.
Este innovador concepto no es estático, sino que evoluciona en función del crecimiento económico y la población del país al que se refiera, y del surgimiento de nuevos riesgos que lo modifiquen.
Las siete variables del índice son:
- Brecha de aseguramiento inicial
- Penetración (primas de seguro/PIB)
- Elasticidad de la demanda aseguradora al ciclo
- PIB per cápita relativo
- Nivel poblacional
- Brecha de crecimiento poblacional
- Brecha de crecimiento del PIB
A partir de estos factores clave, se establece el ranking del GIP-MAPFRE, que en esta primera edición lideran China, Estados Unidos e India. En la página siguiente se incluye la clasificación obtenida con los últimos datos disponibles correspondientes a 2017, si bien el servicio de estudios publicará en los próximos meses la comparativa de 2018.
La falta de extensión de los mecanismos de aseguramiento en una sociedad es un factor que puede propiciar menores niveles de eficiencia económica, y menores también en lo que respecta al bienestar social», resumió Ignacio Baeza, vicepresidente de MAPFRE, con motivo de la presentación del nuevo indicador en un acto reciente en Madrid. En palabras de Manuel Aguilera, director general del Servicio de Estudios, el GIP-MAPFRE identifica, «no solo los factores que dictan la dinámica de la generación de la brecha de aseguramiento en los mercados, sino que considera también la capacidad de absorción de la brecha de aseguramiento en cada uno de ellos».
¿Desaceleración o recesión?
El quid del panorama económico global
El actual contexto seguirá favoreciendo al mercado asegurador, pero la ralentización de las principales economías y el agotamiento del ciclo podrían impactar en el crecimiento de las primas del mercado de seguros.
El último informe Panorama Económico y del sector asegurador 2019 del Servicio de Estudios de MAPFRE, análisis de referencia para conocer las previsiones de crecimiento del PIB a nivel mundial y en las principales regiones, plantea que el año pasado pudo suponer un punto de inflexión para la economía global y este 2019 dará paso a una desaceleración suave y ordenada. Así, subraya el hecho de que la economía global parece estar agotando su ciclo, un proceso en el que es destacable el comportamiento de la economía estadounidense. (Ver artículo de Gonzalo de Cadenas en el enlace de nuestra edición digital). Rebaja al 3,3% sus previsiones de crecimiento del PIB global para este año, por la reducción en la aportación al crecimiento mundial de los mercados desarrollados (por debajo del 2%) y una mayor aportación de los emergentes (que aumentarán entre el 4% y el 5%), apoyados en unas previsiblemente mejores condiciones financieras globales.
Entre los síntomas de desaceleración que pone de relieve destacan la reducción de la prima temporal en las curvas de interés de los países desarrollados, los retos que enfrentan las cuentas financieras y los balances de los agentes del sector corporativo, el elevado endeudamiento del sector público en el mundo desarrollado, la exuberancia en el precio de determinados activos, o las distorsiones en la gobernanza económica global.
El quid de la cuestión será discernir si estamos ante un cambio de ciclo internacional suave y virtuoso, manejable con la política económica actual y que, en última instancia permita corregir los desequilibrios generados por la política económica procíclica global del último lustro —primera opción barajada— o si es la antesala del proceso de gestación de una nueva crisis global causada por dichos desequilibrios. Dada la ausencia de indicios de desajustes graves en los balances de los agentes, el cambio anticipa por el momento ser esencialmente ordenado. Otras características de esta desaceleración económica global mostrarían un cariz crecientemente asincrónico y frágil, menor intensidad en actividad e inflación y condiciones financieras menos favorables y divergentes.
En Europa, España también ralentizaría el crecimiento, pero a una tasa inferior, del 2,3% con menor aportación de la demanda doméstica y de la inversión, debido a peores condiciones financieras y al ajuste de las expectativas venideras. En el caso de la industria de seguros, la ralentización económica prevista se trasladará al crecimiento de las primas de seguros mundiales, especialmente en los segmentos de No Vida y Vida riesgo, dada su fuerte vinculación con el comportamiento del ciclo económico.
Riesgos globales y sector asegurador
El Servicio de Estudios ya había identificado en su informe Panorama posibles sesgos de los riesgos globales en las previsiones macroeconómicas para 2018, como el geopolítico, con crecientes tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos.
Los riesgos latentes avistados cobran, en algunos casos, mayor probabilidad en este último informe, que pone el foco de los peligros de la gobernanza económica global en la guerra comercial entre los citados países y sus efectos en la actividad económica. El mayor riesgo que detecta surge de la presión que puedan recibir las instituciones por una agenda política o de mercado.
En el caso de la industria de seguros, advierte de que la ralentización económica prevista se trasladará al crecimiento de las primas de seguros mundiales, especialmente en los segmentos de No Vida y Vida riesgo, dada su fuerte vinculación con el comportamiento del ciclo económico.
Estados Unidos, papel protagonista
En una tribuna reciente publicada en el suplemento Negocios del diario El País, el director de análisis macroeconómico y financiero del Servicio de Estudios, Gonzalo de Cadenas-Santiago, recordaba que en el nuevo contexto en el que la economía global agota el ciclo desacelerándose, la economía estadounidense adquiere un papel protagonista, amplificado por su nivel de visibilidad, implicaciones de su estrategia comercial, el agotamiento de los estímulos fiscales, normalización de su política monetaria e impacto en los mercados financieros. En su artículo, titulado “EE.UU.: ¿Evitará o provocará una recesión?”, adelanta que 2019 previsiblemente será «un año con un crecimiento menos intenso tanto en actividad económica como en precios, asincrónico en su momento cíclico y con condiciones financieras asimétricas entre las diferentes economías». A esta perspectiva añade que dicho cambio de ciclo será ordenado, y no supondrá una severa crisis global.
El crecimiento podría situarse, como ya se ha comentado, en el 3,3% en 2019, con mercados desarrollados impulsados en menor medida por vientos de cola y creciendo menos del 2%, y con una mejora económica de los mercados emergentes en el entorno del 5%.
En ambos casos, sostiene que han llegado a la situación actual sustentados en políticas procíclicas generadoras de desequilibrios que, de no ser administradas, podrían llegar a originar un evento recesivo global, aunque no sea el escenario base. De Cadenas-Santiago añade que la política monetaria también vendrá delineada por la asimetría.
El director de Análisis Macroeconómico y Financiero del Servicio de Estudios, Gonzalo de Cadenas-Santiago, explica el informe: Panorama económico y sectorial 2019 elaborado por el Servicio de Estudios de MAPFRE y editado por Fundación MAPFRE